Los sistemas alfabéticos comprenden esencialmente dos métodos: el de sustitución y el de transposición.
1.º El método de sustitución consiste en sustituir cada letra, una cifra, un número o un signo convencional que le corresponda regularmente.
El procedimiento más sencillo (el de Julio César) consiste en desplazar de una fila constante las letras del alfabeto: a, por ejemplo, se convierte en D, b en E, c en F, etc.
Como un cifrado de es tipo es muy fácil de descubrir, se utiliza ordinariamente un alfabeto incoherente, es decir, en el que el orden de las letras no está en relación constante con el orden alfabético. En la práctica, se usa para este fin una palabra clave. Para ello se escoge una palabra (o una expresión) cuyas letras sucesivas se escriben en el orden en que se presentan, pero conservando sólo una vez, la primera, las letras repetidas; a continuación, se escriben debajo de las letras resultantes las restantes del alfabeto normal en su orden alfabético, en líneas de una extensión igual a la de la palabra clave; finalmente, se disponen estas letras por columnas y se ordenan según el alfabeto ordinario.
2.º El método de transposición consiste en cambiar de sitio cada letra del texto que se pretende cifrar, según un orden convencional. Generalmente se utiliza una palabra clave escogida y establecida como queda explicado más arriba. A continuación, se numeran las letras según su orden alfabético normal. Después se escriben debajo del texto claro, letra por letra, y en líneas de igual longitud que la de la clave; por último, se sustituye el texto por columnas según el orden de numeración.
1.º El método de sustitución consiste en sustituir cada letra, una cifra, un número o un signo convencional que le corresponda regularmente.
El procedimiento más sencillo (el de Julio César) consiste en desplazar de una fila constante las letras del alfabeto: a, por ejemplo, se convierte en D, b en E, c en F, etc.
Como un cifrado de es tipo es muy fácil de descubrir, se utiliza ordinariamente un alfabeto incoherente, es decir, en el que el orden de las letras no está en relación constante con el orden alfabético. En la práctica, se usa para este fin una palabra clave. Para ello se escoge una palabra (o una expresión) cuyas letras sucesivas se escriben en el orden en que se presentan, pero conservando sólo una vez, la primera, las letras repetidas; a continuación, se escriben debajo de las letras resultantes las restantes del alfabeto normal en su orden alfabético, en líneas de una extensión igual a la de la palabra clave; finalmente, se disponen estas letras por columnas y se ordenan según el alfabeto ordinario.
2.º El método de transposición consiste en cambiar de sitio cada letra del texto que se pretende cifrar, según un orden convencional. Generalmente se utiliza una palabra clave escogida y establecida como queda explicado más arriba. A continuación, se numeran las letras según su orden alfabético normal. Después se escriben debajo del texto claro, letra por letra, y en líneas de igual longitud que la de la clave; por último, se sustituye el texto por columnas según el orden de numeración.
Texto: Gran Enciclopedia Larousse, edición 1987
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